Es constante, paciente e incesante aquello que he determinado como búsqueda, entendiendo por ello la dedicación y determinación al abordar las instancias primarias para el desarrollo de una idea, no se constituye por acción azarosa sino que debo encontrar en ellas elementos, conceptos, valores, articulados entre si para generar una resultante. En general, esta siempre se encuentra íntimamente ligada a situaciones que tienen que ver directamente con la vida misma, sus realidades sus consecuencias, el propio comportamiento humano, a veces impredecible, a veces intolerante, con tantas bondades, como también con tanta crueldad. Resulta imposible no involucrarse con estas realidades, y el solo hecho de comenzar a generar un designio, éste estará sujeto y definido por la imagen propiamente dicha. Podría consignar esta imagen a un estado mental en primera instancia, pues aquí comienza a tener vida propia, y es ella quien conduce mis reflexiones estimulando lo emocional, asociándolo todo, pensamiento, amor, espíritu, indignación. Si bien el motor esquemático del hombre es perseguir instintivamente un objetivo, puede que el objetivo comprenda la mas exacerbada valoración.

El trabajo en si consiste en la búsqueda de variantes desde lo temático, lo estético y lo humano, permitiendo la sumatoria de las partes en función de fundamentar y conceptualizar la obra, el análisis de este diagrama artístico no solo tiene que ver con cada uno de los contenidos plásticos, sino que aquí juega un papel preponderante la experimentación, y esto tiene que ver con las múltiples posibilidades de elección al momento de seleccionar el tema a desarrollar y cual relevancia refiere.

En pocas palabras esta búsqueda es afectada a simple investigación de la faena, permitiéndome obtener el marco teórico destinado a evidenciar su existencia, posibilitando la selección matérica a utilizar y las técnicas que habré de incorporar y así conexionar cada uno de estos componentes conductores de partículas espirituales consumado a obra final.